Día Internacional de la Mujer: vivimos más y ganamos menos, ¿cómo planificamos el futuro?

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08/03/2018
MUJER

Este jueves, 8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer, una fecha que se celebra desde hace más de cien años y que nació para promover la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y el sufragio universal femenino. Ahora, más de un siglo después, la situación es completamente distinta, pero la desigualdad persiste.

Con el paso de los años, aunque la mujer ha ido ganando protagonismo, tanto en el ámbito profesional como en el personal, lo cierto es que nos hallamos en un escenario en el que la igualdad sigue quedando lejos. Y esto se palpa, sobre todo, cuando hacemos números y comparamos cifras de hombres y mujeres.

Las mujeres estamos más formadas, vivimos más años, pero, en cambio, tenemos salarios y pensiones inferiores. Esto implica que nuestro punto de partida sea más desfavorable, y que para cumplir nuestras metas y objetivos vitales tengamos que hacer un esfuerzo mayor que los hombres. Disponemos de menos dinero y, por tanto, para garantizarnos el futuro que queremos, tenemos que hacer un esfuerzo de ahorro mayor o asumir más riesgo con nuestras inversiones, e implicarnos más a la hora de gestionar nuestras finanzas.

Radiografía del empleo 

De media, las mujeres cobramos casi 6.000 euros menos al año que los hombres. Esta diferencia se desprende del último informe del Instituto Nacional de Estadística, según el cual, en 2015, el salario bruto de los hombres fue de 25.727 euros y el de las mujeres de 19.745. Es decir, el salario medio anual femenino representó el 77% del masculino. Además, el 18,2% de las mujeres tuvo ingresos salariales menores o iguales que el Salario Mínimo Interprofesional, frente al 7,4% de los hombres.

Además de la brecha salarial, en cuanto al empleo se refiere hay que destacar otro factor: las mujeres trabajamos menos. Por norma general, solemos dedicar más tiempo al trabajo doméstico y al cuidado de familiares. De hecho, según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las mujeres españolas dedicamos un total de 4,8 horas al día al trabajo sin remunerar, mientras que los hombres emplean 2,4 horas. Por otro lado, los datos del INE ponen de manifiesto que hay un 44,5% de las mujeres españolas que se encarga, sola, de las tareas del hogar, mientras que en el caso del género contrario, el porcentaje se reduce considerablemente, hasta el 9,7%.

Dedicar más tiempo al cuidado de la familia y de la casa implica destinar menos tiempo al trabajo remunerado. Así, más del 20% de la población femenina en España está ocupada a tiempo parcial y casi el 51,2% de los parados son mujeres.

Menos pensiones y más esperanza de vida

Una de las consecuencias de tener salarios más reducidos y de trabajar menos tiempo es que, en el momento de la jubilación, las pensiones también van a ser inferiores, en concreto 415 euros más bajas. Las estadísticas de la Seguridad Social reflejan que  la pensión media de jubilación del régimen general es de 1.337,01 euros en el caso de los hombres y de 922,28 en el de las mujeres. Además, la cobran 2,7 millones en el primer caso y 1,3 millones, en el segundo.

La realidad es que cobramos menores pensiones que los hombres, pero vivimos más tiempo. La esperanza de vida femenina es cinco años y medio mayor que la masculina. Es decir, disfrutaremos de más años de jubilación, lo que implica comenzar a plantearse cuanto antes si vamos a contar con los suficientes recursos económicos para cubrir esos años de más.

Más formadas, pero con peores empleos

Cuando nos fijamos en la educación, las cifras que encontramos chocan con la realidad que hemos descrito anteriormente. Las mujeres estamos más formadas que los hombres, pero tenemos peores trabajos y sufrimos más desempleo. Según el INE, en España, en 2015, el porcentaje de mujeres graduadas en educación superior fue del 53,1% y el de hombres del 46,9%.

En este escenario, al poner el foco en el mundo profesional, vemos que la brecha sigue existiendo. En Europa, solo uno de cada tres ejecutivos es mujer y cobra, además un 23% menos que el género masculino. Al fijarnos solo en España, las cifras de Eurostat señalan que la diferencia de salarios se reduce al 16% y que hay cerca de 77.000 directivas de un total de 208.000 puestos de trabajo.

Esta diferencia también se palpa en el mundo de la política. El Confidencial publicaba que, de los 69.280 cargos públicos de nuestro país, entre los que se incluyen presidentes, ministros, diputados, alcaldes y concejales, tan solo hay 25.000 mujeres, es decir, el 36%.

Y, si nos fijamos en la gestión financiera, encontramos  que solo uno de cada diez gestores de fondos de inversión es mujer, según el informe de Alpha Female 2017 de Citywire que, eso sí, destaca que España es el país que tiene más presencia femenina en la gestión de fondos, con un 22% de mujeres. Para Marta Campello, socia y asset manager en Abante, es una realidad que las mujeres siguen siendo minoría en el mundo de la gestión, pero reconoce que las cosas están cambiando. “Somos pocas mujeres gestionando fondos, pero las que estamos nos sentimos muy reconocidas. Hacemos las cosas bien, se aprecia nuestro trabajo y damos muy buenas rentabilidades”, explica Campello.

¿Cómo planificamos el futuro?

Con el escenario que hemos descrito (de menos salarios, pensiones más bajas y más años de vida), tenemos que involucrarnos de forma más activa en la gestión de nuestros ahorros y de nuestras finanzas, para poder garantizarnos el futuro que deseamos y poder cumplir todas nuestras necesidades y proyectos sin preocupaciones.

Por ello, para ganar en independencia económica, es indispensable contar con un sólido proyecto financiero que nos permite lograr nuestros objetivos y, para ello, cuanto antes empecemos con la planificación financiera de nuestro patrimonio, mayores serán nuestros logros.