¿Cómo nos enfrentamos a la incertidumbre?
Álvaro Lana, director de Abante en Zaragoza, escribe en el Heraldo de Aragón sobre los momentos de incertidumbre que estamos viviendo como consecuencia del avance del COVID-19 en todo el mundo y pone el foco en cómo se está trasladando esa incertidumbre en los mercados.
“En situaciones como la actual, se extiende, más rápido aún que el virus, el miedo, una emoción poderosa que, cuando se trata de tomar decisiones con efectos en el largo plazo no es buena consejera”, destaca.
Así, Lana señala que el miedo es una emoción básica, una de las más primarias que a veces nos paraliza o nos lleva a tomar decisiones para el largo plazo movidos por las emociones en el corto. ¿Cómo evitamos tomar decisiones irracionales?
Lana pone en perspectiva las fuertes caídas y la extrema volatilidad que estamos viendo estos días en los mercados, y explica que “el foco de los mercados está puesto en que se solucione, en primer lugar y lo más rápido posible, la crisis sanitaria, y cuando eso suceda, el foco girará hacia las medidas económicas. Cuando los contagios remitan, las bolsas volverán a descontar expectativas y valorarán en qué medida creen que las economías se van a recuperar en forma de V. Y En función de esa expectativa, se comportarán los mercados financieros”.
Y, teniendo esto en cuenta, Lana destaca que lo primero que tiene que hacer el inversor es mantener la calma y pensar en sus objetivos -para qué invirtió- y en el plazo -cuándo va a necesitar ese dinero-, porque si su plan personal no ha cambiado, el financiero tampoco debería hacerlo.