Radiografía sobre la (nueva) hoja de ruta de la Fed: inflación, vivienda y salarios
Después de un 2020 marcado por la pandemia del Covid 19 y un 2021 con el foco puesto en la reapertura económica, los confinamientos y desconfinamientos y las vacunas, el 2022 está siendo un año atípico para los mercados –con la renta variable y la renta fija en negativo-, y con la inflación y unos bancos centrales que están siendo los claros protagonistas de lo que llevamos de ejercicio.
A este escenario hay que sumarle, además, la guerra en Ucrania, un conflicto que acaba de cumplir 3 meses y, aunque el drama humanitario y la situación del país sigue siendo alarmante y sigue preocupando, los mercados ahora ya no están reaccionando tanto a lo que está sucediendo allí, sino que tienen el foco puesto en el nivel de precios y en las políticas monetarias.
“La inflación es lo que más está preocupando ahora a los mercados. Desde hace 40 años no veíamos algo así, aunque también es verdad que venimos de situaciones extraordinarias: el Covid, el confinamiento, la posterior apertura, ahora nuevos confinamientos en China y los cuellos de botella que eso genera”, explicó Ángel Olea, director de inversiones de Abante, durante la conferencia sobre mercados que celebramos hace unos días con inversores particulares en el Auditorio Abante.
Sobre la Fed y su cambio de rumbo
En noviembre del año pasado, el mercado no esperaba una subida de tipos en Estados Unidos hasta el año 2023. Y ahora, ya se esperan todas las subidas de tipos este año. ¿Qué ha pasado?
Ha habido un giro por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha visto un cambio importante en la inflación subyacente, que es la que excluye los elementos más volátiles, como son la energía y los alimentos no elaborados”, señaló Olea. Esta situación, que la inflación subyacente se fuera del 4 al 5%, hizo que la Fed cambiara la palabra transitoria y toda su hoja de ruta.
A comienzos de mayo, la Fed aprobó la mayor subida de tipos en más de dos décadas, de 0,5 puntos, después de haber subido ya los tipos un 0,25% en marzo. “La Fed está enfriando la economía. Ha hecho ya dos subidas de tipos y ha dado un mensaje muy claro y rotundo durante los últimos 3 o 4 meses de que los tipos se van a ir mucho más arriba y de que el mercado se puede acostumbrar a esos niveles entre el 2 o el 3%”, matizó.
¿Qué ha conseguido la Fed con este cambio de rumbo? Que con una subida de solo el 0,75%, el mercado ya se haya puesto en esa situación de tipos del 3%. Y esto ha pasado, como señaló Olea, porque el organismo “ha sabido vender esa agresividad de la política monetaria y ahora, los tipos actuales en Estados Unidos, como se ve en la curva del bono americano entre uno y diez años, ya están reflejando esos niveles del 3%”.
Este movimiento que hemos visto ha sido muy brusco, se ha producido en cuestión de seis meses, lo que ha provocado muchos cambios en el mercado “porque el bono americano es, probablemente, el precio más importante que tienen los mercados, es la base sobre la que se empiezan a acumular primas de riesgo para el resto de los activos. Es el activo más seguro y, por lo tanto, a todo lo demás hay que pedirle no solo esa rentabilidad, sino un extra adicional”, comentó Olea durante la conferencia.
Y es que los tipos del bono americano se han ido a niveles del 3%, pero el tipo hipotecario, en cuestión de cinco o seis meses, se ha elevado a niveles al 4,75%. Aunque ahora ha bajado un poco, esa ambición que tiene la Fed de que la vivienda se enfríe y se pare no va a ser para la hipotecas ya concedidas -muchas están a tipo fijo y nos le va a afectar esto-, pero sí para las hipotecas que se empiecen a pedir o las que se hayan pedido en los últimos meses: el coste de la hipoteca es ahora muy elevado y esto está teniendo un efecto evidente en el mercado de la vivienda en Estados Unidos.
“La Fed no estaba cómoda con que la vivienda siguiera tan fuerte y los alquileres tan altos. Llevamos ya tres meses consecutivos con caídas significativas de viviendas de segunda mano en Estados Unidos (-16%). Se está enfriando, de manera evidente, la vivienda en Estados Unidos”, destacó Olea.
La Fed lo que ha conseguido también es bajar las expectativas de inflación: “Para la inflación hay dos cosas muy dañinas: las expectativas de inflación y la dinámica de los salarios. No hay que olvidar que la inflación depende de los salarios y son los empleos de menor sueldos a los que les está costando más recuperar los niveles prepandemia”.