Mercados nerviosos: de la inflación a la desaceleración
La economía mundial se encuentra en un contexto complicado, la constante inflación al alza, la falta de stock, la ruptura de las cadenas de suministro y la guerra de Ucrania, entre otros problemas, han incentivado que los bancos centrales cambien su hoja de ruta y modifiquen sus medidas de política monetaria.
La Reserva Federal de Estados Unidos ya ha utilizado la subida de los tipos de interés para intentar controlar la economía, y en el caso del Banco Central Europeo, el simple aviso de la subida de tipos –prevista para la reunión de julio- ha provocado que los mercados reajusten sus precios.
Durante las últimas semanas hemos visto cómo el miedo del mercado ha virado de la inflación al crecimiento y, del mismo modo, ha vuelto a la inflación tras los últimos datos del mes de junio en los que en España alcanzaba el 10%, un 8,6% en Europa.
“Estamos viendo cierta rotación, que consideramos lógica si todo apunta a que pasaremos por cierta desaceleración económica, los sectores cíclicos -que eran los que mejor se comportaban- se han corregido con fuerza estos últimos días”, explica Marta Campello, socia y directora de portfolio advisory y selección de fondos de Abante.
¿Por qué los beneficios empresariales continúan al alza si el crecimiento parece que se está desacelerando a causa de las medidas implantadas por los bancos centrales?
Proteger los márgenes para continuar creciendo
Con el arranque de la campaña de publicación de los resultados empresariales, podemos ver cómo, por ahora, los resultados gozan de buena salud. “Las empresas se están o ya se han recuperado de la caída que sufrieron tras la pandemia del coronavirus, y es probable que nos sigan sorprendiendo, porque están en buena forma”, detalla Campello.
A pesar de la recuperación que han experimentado y, la que se espera que aún tengan, aunque a menor ritmo, la inflación sí es un elemento muy importante para la cuenta de resultados de las empresas, no afectando a todas las corporaciones y sectores por igual.
Javier Navarro, selector de fondos en Abante, explica que es un proceso exógeno a las compañías que presiona los márgenes. “En primer lugar, suben los costes de los productos que la empresa utiliza para producir, aumentan los salarios de los trabajadores que, en algunos convenios, están ligados a la inflación, crecen los tipos de interés y, por tanto, el coste de la deuda de las empresas y su estructura de costes se incrementa”, señala Navarro.
En este sentido, el gestor de renta fija subraya que el objetivo y lo primordial es proteger los márgenes, “la empresa puede aminorar los gastos de otras partidas y reducir con ello su potencial futuro o trasladar ese aumento de costes al cliente, mediante la subida de los precios finales del producto que ellos ofrecen”.
¿Qué empresas deberían portarse mejor en este entorno de incertidumbre?
Navarro explica que las empresas de calidad deberían ser las que mejor se comportasen, “son un conjunto de acciones que deberían verse menos afectadas en sus cuentas de resultados que otras, al ser compañías con balance saneado y a las que la subida de los tipos de interés les afecta menos en su cuenta de resultados por ese menor pago de intereses”.
2021 estuvo marcado por una fortísima recuperación de los beneficios. En 2022, se espera que sigan aumentando, pero a un ritmo menor. En Estados Unidos actualmente el crecimiento está en torno al 9% (aunque hay dispersión entre sectores). Y para los próximos meses se espera que, según vaya avanzando la temporada de resultados, las compañías revisen a la baja las expectativas.