Planificación sucesoria: ¿qué hay que saber al pensar en nuestra herencia?

HomeBlogFinanzas
04/07/2023

En la actualidad, solo el 13% de los españoles tiene hecho su testamento. Un porcentaje que demuestra que a la mayoría de nosotros nos cuesta reflexionar sobre el futuro, especialmente cuando se trata de pensar en qué puede pasar en el día de mañana cuando  ya no estemos.

“Pensar en nuestra sucesión es un tema delicado. Nos suele preocupar, pero muchas veces no le dedicamos el tiempo suficiente y decidimos dejar esa reflexión para más adelante”, señala Paula Satrústegui, socia de Asesoramiento patrimonial de Abante.

¿Cómo podemos tomar las riendas de nuestro futuro?

Satrústegui recuerda que planificar la sucesión no es un hecho aislado, sino que debe formar parte de nuestro plan personal y patrimonial, es decir, de nuestro proyecto biográfico. Enmarcarlo dentro de nuestro Plan de Futuro Completo es lo que nos va a permitir tomar decisiones sensatas y coherentes con nuestros objetivos y con nuestra situación personal, familiar, financiera, -y empresarial, si es el caso de que tenemos una empresa familiar o somos una familia empresaria-, y es lo que nos va a dar tranquilidad para el futuro, porque sabremos que estamos tomando la mejor decisión, tanto para nosotros como para nuestra familia.

Por ello, cuando hablamos de nuestra herencia, de cómo transmitir nuestro patrimonio y de qué pasaría con nuestra familia si faltamos, no debemos tomar decisiones precipitadas movidos por nuestra parte más emocional o pensando únicamente en la parte fiscal y en que hay ciertos impuestos que pueden cambiar. Tampoco deberíamos pensar que con el testamento valdría. Planificar la sucesión va mucho más allá.

“Tener testamento es la condición necesaria, pero no es la condición suficiente para planificar con éxito nuestra sucesión”, destaca Satrústegui. En ese sentido, recuerda que, si no tenemos testamento, realizar este ejercicio de planificación sucesoria nos va a ayudar a determinar cuál es el que deberíamos tener para proteger a las personas que queremos. ¿Y si ya tenemos uno? “Nos puede ayudar a pintar unos números y ver si la foto que tenemos a día de hoy es la que nos gusta y si nos sirve el testamento que tenemos o si deberíamos cambiarlo”.

Además, el testamento no solo lo podemos utilizar para evitar conflictos, sino que también es interesante para determinar quién queremos que sea el tutor de nuestros hijos el día de mañana si fallecemos cuando ellos son menores de edad o, incluso, para nombrar un administrador del patrimonio para evitar que se haga un mal uso del dinero.

En este ejercicio de pensar en nuestra sucesión, también podemos determinar cómo queremos transmitir nuestro patrimonio en vida. ¿Nos interesa hacer una donación ahora a nuestros hijos? Antes de responder a esta cuestión, deberíamos hacer una profunda reflexión para entender qué parte de nuestro patrimonio necesitamos para cumplir nuestros objetivos y qué parte tenemos disponible para estas donaciones.

Hacer este ejercicio de una forma global, teniendo en cuenta nuestro plan personal y patrimonial, nos va a ayudar a ganar perspectiva, a cumplir nuestros objetivos y a proteger el futuro de las personas que son importantes para nosotros.