Los infiernos fiscales y la tortura de la Ley
Santiago Satrústegui, presidente de Abante, en su último artículo en El Confidencial, reflexiona sobre las reformas que desde el Gobierno quieren llevar a cabo. Así, dice: “Estamos asistiendo en paralelo a varios procesos, de naturaleza muy diversa, donde se evidencia claramente la pretensión de retorcimiento de la ley en función de objetivos políticos”.
En este sentido, Satrústegui destaca los próximos cambios en las leyes: la reforma del código penal para modificar el delito de sedición y el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas y, con respecto a este último, señala que “los que mandan piensan que pueden hacer que las palabras signifiquen lo que ellos quieran, sea esto un “desorden público agravado” o un “impuesto temporal de solidaridad” y que las relaciones entre las cosas sean también las que ellos decidan”.
El presidente de Abante subraya: “Existe una larga discusión moral y filosófica respecto a la necesidad y el deber de cumplir una ley injusta. Y la perversión y el retorcimiento de la ley para evitar lo que hubiera sido el camino directo y transparente de la armonización fiscal, van a situar este nuevo impuesto sospechosamente “transitorio y solidario” en una decisión perversa para la economía y, por confiscatorio, perniciosa para la solidaridad que pretende provocar”.