¿Vas a traspasar tu plan de pensiones?
Desde un 1% y hasta un 6%. Estas son las bonificaciones que ofrecen muchas de las principales entidades financieras por traspasar el dinero que tenemos invertido en planes de pensiones. Unas ofertas comerciales que llegan en la tradicional campaña de pensiones de la recta final del año y que está sujeta a ciertas condiciones, normalmente una cantidad mínima y que ese dinero se mantenga durante cierto tiempo invertido.
En un año como el actual, con los principales índices acumulando pérdidas, estas ofertas nos pueden resultar interesantes. Y, aunque estos últimos meses estamos viendo una cierta recuperación, seguimos sintiendo cierto nerviosismo e incertidumbre frente a lo que puede pasar y las noticias que estamos viendo: subidas de tipos de interés, incrementos del Euribor, financiación más cara e inflaciones todavía al alza. Un escenario que nos puede llevar a aceptar una bonificación inmediata sin pararnos a pensar en si realmente es lo que más nos conviene.
¿Un 3% por traspasar mis derechos consolidados de un plan de pensiones de mi entidad actual a otra? A priori, la respuesta a esta pregunta puede ser claramente un sí. Pero, más allá de ese regalo o recompensa, debemos plantearnos varias cosas.
A corto plazo, lo primero que debemos tener en cuenta es que por esa bonificación hay que tributar en el IRPF como ganancia patrimonial cuando hagamos la declaración de la renta en 2023.
Otro aspecto importante para racionalizar esas ofertas tiene que ver con cómo funciona la industria de planes de pensiones. Estas bonificaciones en la recta final del año son habituales porque la ley no permite hacer grandes aportaciones a planes de pensiones, de hecho, cada vez las reduce más. De los 8.500 euros de hace dos años, hemos pasado a los 2.000 del año pasado y los 1.500 de este año. Unas cuantías que hacen que las simples aportaciones anuales de los partícipes no sean suficientes para ganar cuota de mercado. Por eso, el foco de las entidades siempre está en captar el dinero que otros clientes tienen invertido en los planes de pensiones de la competencia.
Una ‘lucha’ por arañar el ahorro a largo plazo que, previsiblemente, va a ir en aumento dado que cada vez se puede invertir menos en los planes de pensiones del sistema individual. Un escenario que nos obliga a replantearnos cada vez más si estamos invirtiendo en el plan de pensiones que necesitamos y si lo que nos ofrecen de verdad nos interesa o no.
Así, antes de aceptar esa bonificación, debemos mirar más allá y ver qué plan de pensiones nos están ofreciendo. ¿En qué invierte? ¿Se corresponde con mi perfil de riesgo? ¿Es rentable? Porque si el plan de pensiones no es rentable a largo plazo, la bonificación no nos compensará.
Cuando invertimos para nuestra jubilación, normalmente tenemos un gran horizonte temporal por delante, por lo que tenemos plazo para que el dinero que estamos invirtiendo nos dé la rentabilidad final que esperábamos. Por eso, es fundamental que escojamos planes de pensiones que sean rentables a largo plazo, consistentes y que diversifiquen, tanto por áreas geográficas como sectores y estilos de gestión.
Si nos fijamos en los últimos datos que ha publicado Inverco sobre la industria de planes de pensiones del sistema individual, lo que vemos es que el volumen de activos se ha situado a 31 de octubre en 80.859 millones de euros, 1.590 millones más que en el mes anterior, gracias, en parte, al buen comportamiento que tuvieron los mercados en ese mes. Además, las aportaciones en octubre han llegado a los 114 millones de euros. Unas cifras sobre una muestra de 863 planes de pensiones con 7,42 millones de cuentas de partícipes.
Estos son los datos del mes de octubre en lo relativo a flujos y aportaciones, pero si miramos cómo se reparte la inversión, lo que llevamos años observando es que la gran mayoría del ahorro se concentra en los planes ‘superventas’ de las entidades y no en los más rentables. ¿Nos compensa entonces? ¿Qué diferencia tendríamos?
Vamos a poner el ejemplo de Lucía. Tiene 55 años y 50.000 euros en su plan de pensiones y se está planteando hacer un traspaso al plan de otra entidad que le ofrece una bonificación del 3% por sus derechos consolidados. ¿En qué debería fijarse?
Si Lucía coge la oferta comercial, esa bonificación del 3% sobre sus 50.000 euros se traduce, tras restarle impuestos, en 1.215 euros netos, una cuantía que vamos a incluir al calcular cuánto dinero obtendría con el plan nuevo pasados cinco años. De los datos que sacamos hace unos de Inverco sobre la rentabilidad de los planes más vendidos, vimos que se correspondían con los perfiles 3 y 4 de riesgo -la Comisión Nacional de Valores establece 7-, y que la mayoría tenían una rentabilidad anualizada a cinco años del 0,8%. Así, tras el traspaso e incluyendo la bonificación neta, Lucía tendría pasados cinco años un total de 53.785 euros.
Si Lucía decide seguir invertida en su plan de pensiones, no obtendría ningún regalo ni bonificación, pero en cambio tendría, para el mismo perfil de riesgo, una rentabilidad anualizada para los mismos cinco años del 1,75%. Así, pasado ese periodo, si se mantiene en su entidad tendría 55.018 euros. Es decir, a Lucía le compensaría más quedarse en su plan de inversiones que cambiarse únicamente pensando en la bonificación inmediata.
Reflexionar sobre todas las implicaciones de nuestras decisiones, hacer unos números y contextualizarlos dentro de nuestro plan personal y patrimonial es fundamental para invertir en los productos que realmente nos convienen y poder cumplir con los objetivos que nos habíamos marcado para nuestra jubilación.