Soy autónomo: ¿cómo planifico mi jubilación?
A la mayoría de las personas nos preocupa mantener el nivel de vida a partir de nuestra jubilación, cuando nuestro nivel de ingresos se vea reducido. Es más, al 70% de los ahorradores españoles les preocupa no tener dinero suficiente para esta etapa. Y más de la mitad cree que no está preparando bien sus finanzas, según una encuesta realizada por Abante en 2018. Esta preocupación aumenta cuando hablamos de los autónomos.
“Los trabajadores por cuenta propia suelen tener ingresos más volátiles, en función de las necesidades de su trabajo. Puede haber meses en los que tengan una amplia capacidad de ahorro y otros en los que no. Por eso, para ellos la parte de planificar y trazar un plan personal y financiero a largo plazo, cobra especial importancia”, explica Paula Satrústegui, socia de Asesoramiento patrimonial de Abante.
Con el Real Decreto Ley 13/2022, que entró en vigor el día 1 de enero de 2023, el abanico de cotización de los autónomos ha cambiado. Se han ampliado los tramos, lo que implica una subida de la cuota en algunos casos. Ahora, el trabajador tiene que cotizar en función de su previsión de ingresos y, a final de año, regularizar los números con la Seguridad Social. Por ejemplo, en 2023, los autónomos con rendimientos netos superiores a 6.000 euros al mes deberán cotizar entre un mínimo de 1.633,99 euros y un máximo de 4.495,50.
Las bases mensuales elegidas cada año tendrán un carácter provisional hasta que se haga la regularización anual de la cotización. ¿Cómo lo regulan? La administración tributaria facilitará a la Tesorería información sobre los rendimientos anuales reales percibidos.
Si la cuota elegida durante el año fuese inferior a la asociada a los rendimientos comunicados por la administración tributaria, el trabajador tendrá que abonar la diferencia antes del último día del mes siguiente a aquel en que se haya recibido la notificación. Sin embargo, si la cotización fuese superior, la Tesorería procederá a reintegrar la diferencia antes del 30 de abril del ejercicio siguiente.
Este ajuste en los tramos y cotizaciones afecta directamente a los ingresos mensuales y, por tanto, a la capacidad de ahorro de los autónomos, así como a la pensión que reciban.
Ahorrar: objetivo planificar mi jubilación
Cuando pensamos en nuestra jubilación tenemos que reflexionar sobre cómo queremos que sea esta etapa y cuáles son nuestros objetivos tanto de largo, como de medio y corto plazo. De esta manera, cuantificaremos aquello que más nos preocupa y podremos proyectarlo económicamente. Y, en el caso de los autónomos, resulta más necesario que nunca para que puedan hacer una correcta planificación financiera a partir de los distintos escenarios que puedan llegar a tener. De esta manera, si su situación cambiase, se aseguran de que van a poder cumplir sus objetivos y tener la jubilación que quieren.
Para preparar la jubilación, los trabajadores por cuenta propia pueden aportar 1.500 euros a su plan de pensiones individual, pero, adicionalmente, cuentan con la opción de completar su ahorro a través de un plan de pensiones de empleo simplificado, con aportaciones de hasta 4.250 euros. En total, podrían aportar 5.750 euros. ¿Qué planes se consideran simplificados? Los promovidos por empresas que formen parte de acuerdos colectivos sectoriales; administraciones públicas; asociaciones, sindicatos, colegios profesionales o mutualidades; y sociedades cooperativas y organizaciones. En este punto hay que tener en cuenta que los derechos consolidados que se tengan en un plan de pensiones simplificado solo se pueden traspasar a otro plan de pensiones simplificado, pero no a uno individual. En cambio, quien invierta en un plan de pensiones individual sí podrá traspasar el ahorro que tenga acumulado a un plan de pensiones simplificado sin tener que tributar.
¿Será suficiente con los máximos que se puede aportar? Esta cantidad límite puede ser que, en algunos casos, no sea suficiente y sea conveniente plantearse otras formas de inversión con las que complementar este ahorro, como, por ejemplo, los fondos de inversión, un producto eficiente desde el punto de vista tanto financiero, como fiscal y que también nos permite diversificar nuestra inversión de una forma especializada y profesional.
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