Análisis de actualidad de Josep Prats | Vuelta a la normalidad
Josep Prats, gestor de Abante European Quality, reflexiona sobre las últimas noticias relacionadas con la expansión del COVID-19 y pone el foco en la crisis sanitaria y en cómo ha evolucionado, al tiempo que habla también del impacto económico y en los mercados y de cómo puede ser la vuelta a la normalidad.
“En conjunto, los beneficios empresariales registrarán grandes caídas en 2020. Pero un mal año de beneficios, un año sin dividendos, o incluso un año de pérdidas, no significa que las compañías pierdan su fortaleza fundamental, su posición competitiva y su capacidad de generación de actividad económica, de ventas, de beneficios y de dividendos a largo plazo, de lo que realmente depende su valor”, explica el gestor.
En este sentido, Prats destaca que vamos a asistir a la peor crisis trimestral de la historia, pero recuerda que lo será debido a una parálisis coyuntural. “Una vez se haya vuelto a la normalidad (dentro de semanas en algunos sectores, de meses en otros y de algunos trimestres en otros) se verá que no ha habido una destrucción estructural de la capacidad productiva. Las buenas empresas que ganaban dinero antes de que se paralizara la actividad, volverán a ganarlo el año que viene, cuando hayamos recuperado plenamente la normalidad. Y al ser una parálisis coyuntural, un mal resultado anual, no dejará, en la inmensa mayoría de los casos, una secuela financiera irrecuperable, un daño irreversible en el balance de las compañías”, subraya.
Por último, Prats habla de cómo se encuentra una de sus principales apuestas: el sector bancario.
“En media, los bancos que tenemos en cartera cotizan a 4 veces el beneficio de 2019 y ofrecerían una expectativa de rentabilidad por dividendo cercana al 12% si el dividendo de 2019 se repitiera. En 2020 no será así; el beneficio y el dividendo serán muy inferiores a los del 2019. Pero en 2021, 2022, 2023 y en adelante, los beneficios y los dividendos anuales de los bancos (atendiendo a su masa, que no variará sustancialmente, de cuentas corrientes, depósitos, créditos, fondos de inversión, tarjetas de crédito, hipotecas, en definitiva, de clientes), no deberían ser sustancialmente distintos de los que obtuvieron en 2017, 2018 y 2019. Y si eso es así, su actual infravaloración bursátil es enorme”, explica.