Carta trimestral de Narciso Benítez
Narciso Benítez arranca su carta explicando cómo la situación actual responde a una “policrisis” y el efecto que esto está teniendo en los mercados, “muchos de los cuales han entrado en un claro bear market”. En este contexto, con caídas superiores al 20% en el S&P 500 o de más del 30% en el Nasdaq, la cartera de Abante Quant Value Small Caps “está aguantando razonablemente bien la embestida”.
Así, el gestor destaca: “En lo que va de año el desempeño de nuestro fondo es casi un 10% mejor que el del índice, con una rentabilidad anualizada a 3 años del 5,6%. La razón es sencilla: se está produciendo la rotación masiva entre el growth y el value de la que venimos escribiendo desde hace ya muchos trimestres. La debilidad del value era una anomalía que antes o después se corregiría, como ha ocurrido siempre durante los últimos 200 años”.
Benítez también dedica unas líneas a la guerra de Ucrania y explica que las tácticas rusas han cambiado, adaptándose a las limitaciones de su ejército. El gestor no cree que sea probable que la guerra se cronifique debido a una serie de factores que analiza en su carta trimestral: el ejército ucraniano, las sanciones y los efectos de las sanciones en Occidente. Según su análisis, llegará un momento en el que a Rusia le interese sentarse a negociar en serio para detener la guerra. “La realpolitik suele imponerse en estos casos”, señala.
Sin embargo, aunque se produzca la paz, no se volvería completamente a la normalidad pre-Covid. En este sentido, Benítez dedica una parte de su carta a la inflación y escribe: “Parece cada vez más claro que la inflación elevada que estamos viviendo tiene causas estructurales, y quizás la explicación más convincente sobre su origen la dan Goodhart y Pradhan en el libro “The Great Demographic Reversal”, que mantienen que los bajos precios de las décadas anteriores se debían a los efectos de la apertura al comercio internacional de China y Europa del Este, lo que frenó el crecimiento de los salarios en Occidente. Pero estos países se han enriquecido y envejecido sin que haya otros que sirvan de sustitutos ni por formación ni por tradición manufacturera.
Otros factores que contribuyen a una inflación más alta son el reshoring o el friendshoring, o sea, el acercamiento de las cadenas de producción al propio país o cuando menos al de aliados militares para evitar interrupciones de suministros claves. Y el Covid ha acelerado la tendencia en países desarrollados a la “Gran Renuncia” que reduce el pool de trabajadores disponibles, explica Benítez.
También hay que tener en cuenta el calentamiento global y la necesidad de hacer una transición a un modelo industrial y económico que estabilice y reduzca los niveles de gases de invernadero. Y otro efecto secundario, indica, “ha sido el descuido de la inversión en la producción de petróleo e incluso gas natural”. “La demanda del petróleo es extremadamente inelástica y es muy probable que siga creciendo globalmente durante varios años ante la pujanza demográfica y económica de los países emergentes”, añade el gestor.
Benítez comenta que “los países occidentales nos hemos metido en un lío fenomenal: vulnerabilidad geopolítica y costes energéticos altísimos”, por lo que “es muy probable que los precios sigan subiendo durante bastantes años a niveles promedio significativamente más elevados que en el pasado”.
En este sentido, el gestor explica que la cartera del fondo está preparada para la inflación y destaca que no hay que olvidar que, “si la inflación sube, lo más absurdo es tener nuestros ahorros en efectivo: lo que hay que hacer es estar bien invertidos”.
Benítez termina repasando la evolución de la cartera que en el año tiene un diferencial de rentabilidad respecto al índice de 9,53% a favor de Abante Quant Value Small Caps, y explica la composición de la cartera por zonas geográficas y sectores.
Para leer la carta completa, puedes descargar el PDF
¿Quiere saber más sobre este fondo y su gestión?
Puede consultar los siguientes enlaces: