Desmontando mitos sobre los planes de pensiones: sí son rentables
“Los planes de pensiones no son rentables y son caros”. Esta es una afirmación que se repite a menudo entre los detractores de este producto de ahorro específico para la jubilación. Sin embargo, esta idea se puede rebatir con los datos en la mano, con los planes de pensiones pasa como con todo: los hay buenos y los hay malos. Sí hay planes de pensiones rentables cuya comisión está totalmente justificada con el retorno que nos proporcionan. El problema es no pararse a analizar bien nuestras opciones antes de elegir el vehículo de inversión con el que queremos construir nuestro ahorro para la jubilación.
Dado que mantener el nivel de vida durante la jubilación es una cuestión que nos preocupa, deberíamos hacer un ejercicio de planificación financiera para elegir las opciones de inversión que mejor nos van a ayudar a disipar ese temor sobre el futuro. De hecho, tal y como pone de relieve la encuesta del CIS de mayo, la preocupación por las pensiones ha crecido. Es la misma conclusión que se obtenía de la encuesta sobre jubilación y longevidad elaborada por Abante en 2018: el 70% de los ahorradores españoles está preocupado por su situación económica durante esta etapa y es, junto con los posibles problemas de salud, uno de los motivos que dan para no querer vidas de 100 años.
Hecho el ejercicio de planificación financiera para determinar qué rentabilidad deberíamos exigirle a nuestras inversiones para alcanzar nuestro objetivo, tenemos que analizar la oferta a nuestra disposición: hay más de mil planes de pensiones en nuestro país y, como decíamos, no todos nos van a ayudar con nuestros objetivos financieros. No solo por que sean más o menos caros y estén mejor o peor gestionados, sino también porque debemos elegir el que mejor se adecue a nuestro perfil. Una vez elegido el plan o planes en los que queremos invertir. Debemos comprometernos con nuestro plan de ahorro para evitar ciertos errores comunes.
Sin embargo, la mayoría de los ahorradores españoles -hay 7,5 millones de partícipes en el sistema individual de pensiones- no ha elegido los planes más rentables, sino que se observa, analizando los datos de la industria que proporciona Inverco, que el dinero se concentra en los planes de mayor tamaño (por patrimonio). Así, la mayoría de los ahorradores está perdiendo la oportunidad de obtener buenas rentabilidades por su dinero para la jubilación.
Elegir los planes más grandes y no los más rentables, les cuesta a los ahorradores españoles entre 2 y 3 puntos porcentuales de rentabilidad anualizada en periodos de 10 años. En categorías como la renta fija a largo plazo y la renta fija mixta, que son las principales apuestas de los inversores en planes de pensiones en nuestro país, la mayoría del ahorro se concentra en los diez planes más grandes. En concreto, en la renta fija a largo plazo, el 76% del ahorro está en los planes de mayor tamaño por patrimonio, mientras que solo el 1% del patrimonio invertido en esta categoría se encuentra en los diez planes más rentables.
En la renta fija mixta, como se ve en el gráfico, solo el 2% del dinero está invertido en los planes más rentables (a diez años), mientras que el 58% está canalizado a través de los productos más grandes. La diferencia en renta variable es menor, pero todavía es amplia: el 24% del ahorro está invertido en los planes más rentables y el 44% en los más grandes.
Esta concentración del patrimonio tiene un coste para el inversor. En el siguiente gráfico se observa que los diez planes más rentables de renta variable han dado una rentabilidad anualizada a diez años del 12,96%, mientras que los más grandes de esta categoría han dado casi tres puntos menos, un 10,04% anualizado. En el caso de los de renta fija mixta, los diez planes más rentables han obtenido una rentabilidad anualizada del 4,60% a diez años, mientras que los más grandes han conseguido un 2,31%. Es decir, la mayoría de inversores han perdido 2,30 puntos porcentuales con esta elección.
En renta variable, hay tres puntos porcentuales de diferencia entre los más grandes y los más rentables y en renta fija mixta, como se ve en el gráfico, hay más de dos puntos porcentuales. Además, existe, si analizamos los datos en detalle, una gran dispersión entre unos planes y otros dentro de cada categoría (ver gráfico). Por ejemplo, en renta variable global a 10 años hay más de diez puntos de diferencia entre el más rentable (11,32%) y el menos rentable (0,75%). Además, a este plazo, el más rentable obtiene una rentabilidad (11,32%) más de cuatro puntos porcentuales superior a la media de la categoría (6,68%).
Y cada punto de rentabilidad tiene un impacto relevante en el largo plazo. Por ejemplo, para una persona que ahorre a través de planes de pensiones 1.200 euros anuales, en un periodo de 20 años (y sin tener en cuenta las ventajas fiscales del producto), la diferencia de uno, dos, tres o cuatro puntos de rentabilidad es importante. Con un 3% de rentabilidad, habremos acumulado al final del período 27.875 euros (actuales), mientras que con un 4% lograremos 30.884, con un 5%, 34.302 y con un 6%, 38.190 euros. Si no hubiéramos invertido el dinero, solo con nuestro esfuerzo de ahorro habríamos acumulado 20.822 euros.