Invertir en fondos de inversión: cómo conseguir la rentabilidad que necesitas
¿Estoy perdiendo dinero con mi fondo de inversión? Como inversores, hacernos esta pregunta resulta casi inevitable. Cuando tenemos nuestro dinero en fondos de inversión esperamos obtener una determinada rentabilidad en un tiempo concreto, pero, a veces, ese retorno no llega o, incluso, perdemos dinero. Es entonces cuando miramos lo que está haciendo el de al lado: ¿por qué a mi vecino le va mejor que a mí?
Muchas veces perdemos dinero con nuestras inversiones porque no tenemos el producto de inversión que más nos conviene. Cometemos el error de invertir sin antes hacer un ejercicio de planificación financiera que parta de nuestras circunstancias actuales -personales y profesionales- y que tenga en cuenta nuestros objetivos: ¿para qué queremos invertir?
Fijar unas metas y un horizonte temporal debe ser el punto de partida de cualquier inversión, pero no el único. Para no perder dinero con nuestras inversiones, tenemos que acompañarnos de una gestión profesional consistente y que apueste por carteras diversificadas y globales.
Invertir a largo plazo: sin riesgo, no hay rentabilidad
¿Cómo obtenemos la rentabilidad que necesitamos? Antes de decantarnos por un fondo de inversión en concreto, lo primero que tenemos que saber es que sin riesgo no hay rentabilidad.
Cuando nuestro horizonte temporal de inversión es largo tenemos la ventaja de poder asumir más riesgo -siempre teniendo presente nuestro perfil de riesgo y nuestros objetivos- sin temor a sufrir por las caídas puntuales del mercado porque sabemos de antemano que no vamos a necesitar nuestro dinero en un corto periodo de tiempo. Es decir, el mercado puede caer, pero al invertir a largo plazo tenemos margen para beneficiarnos de las subidas y reponernos de las caídas.
¿Y si estoy asumiendo riesgo, pero pierdo dinero?
Para tener éxito con nuestras inversiones, necesitamos contar con un equipo de gestión y de asesoramiento que nos ayude a mantener nuestro compromiso con nuestro plan de inversión y que, ante momentos de incertidumbre y nerviosismo en los mercados, ponga distancia frente a las emociones y tome decisiones frías, preservando nuestro capital y aprovechando todas las oportunidades que da el mercado.
Para asegurarnos de que nuestras inversiones nos están dando la rentabilidad que necesitamos para el futuro, tenemos que apostar por un equipo de gestión que invierta de una forma global y consistente, diversificando tanto por tipos de activos, como por estilos de gestión y por sectores y áreas geográficas, buscando, siempre, la combinación de rentabilidad-riesgo que mejor se adapte a nuestras necesidades y circunstancias personales. Porque, como inversores, solo hay algo peor que no asumir riesgo: asumirlo y que no se traduzca en la rentabilidad que esperábamos
Fondos de inversión consistentes para las jornadas de incertidumbre
Si hay algo que el mercado nos demuestra es que siempre vamos a tener volatilidad porque el mundo nunca está en pausa. Cada año vamos a tener acontecimientos que impacten en los mercados y generen incertidumbre y, como inversores, lo que tenemos que hacer es entender que la volatilidad forma parte de cualquier proceso de inversión y que después de una caída siempre vamos a ver una recuperación.
El problema viene porque nadie nos puede asegurar cuándo se van a producir la subida y esa sensación de incertidumbre nos puede hacer caer en la tentación de salirnos del mercado en el peor momento.
Por ello, es muy importante elegir un fondo de inversión que sea consistente en el largo plazo y que nos proteja en los momentos de caídas, sin renunciar a la rentabilidad de los mercados alcistas.
Por ejemplo, Abante Selección FI, uno de nuestros fondo de fondos de perfil moderado (50% de renta variable), capturó en enero casi un 60% de la subida de la bolsa, mientras que en mayo únicamente capturó el 39% de la caída. Es decir, en momentos alcistas el fondo ha subido más que el mercado y en momentos de bajadas ha caído menos.
La realidad es que nadie tiene la bola de cristal. Y, aunque no podemos anticipar ni adivinar cuándo se va a producir una fuerte caída en los mercados, sí podemos mitigar su efecto. ¿Cómo? Con un equipo de gestión que nos acompañe en todo nuestro camino como inversores y nos ayude a comprender la importancia de la persistencia y de estar invertidos a largo plazo para poder lograr nuestros objetivos.