La fiscalidad de los fondos alternativos en la renta
El interés y la inversión en fondos alternativos se ha incrementado mucho en los últimos años. Como reflejan las cifras que manejan desde la consultora Preqin, se han alcanzado los 1,1 billones de dólares en activos bajo gestión en 2023 y está previsto llegar a los 24,5 billones para el año 2028.
Tradicionalmente, la inversión en productos alternativos, como pueden ser fondos de capital riesgo, estaba más orientada a inversores profesionales o a grandes patrimonios. Sin embargo, la rebaja del umbral mínimo para invertir en estos vehículos de 100.000 a 10.000 euros ha permitido que desde 2023 muchos inversores minoristas puedan acceder a este tipo de productos.
Así, mirando hacia la campaña de la renta que ya está en marcha, ¿qué deben tener en cuenta los inversores que hayan invertido en fondos de private equity en 2023? ¿Cómo tributan en el IRPF?
Los productos alternativos son inversiones ilíquidas pensadas para el largo plazo. Es decir, cuando se invierte en ellos hay una serie de plazos para realizar los desembolsos y reembolsos. Son, además, productos a vencimiento, por lo que liquidar la posición en ellos no es fácil.
Para poder hablar de cómo tributan estos productos, tenemos que diferenciar dos puntos clave. En primer lugar, el momento de recuperar la inversión, que es cuando tendremos que tributar por las plusvalías obtenidas. Estas se incluyen como ganancia o pérdida patrimonial en la base imponible del ahorro. Y, en segundo lugar, los dividendos o participaciones en beneficios, que tributarán como rendimientos del capital mobiliario en la base imponible del ahorro. En ambos casos, la escala de gravamen se encuentra entre el 19% y el 28%.
Un factor muy importante que todo inversor y ahorrador debe tener en cuenta al pensar en la fiscalidad de los productos alternativos es que, al contrario de lo que ocurre con otros productos como los fondos de inversión o los planes de pensiones, no se puede realizar un traspaso sin tributar.
Fondos alternativos para diversificar el patrimonio
Antes de realizar cualquier inversión, es necesario hacer un análisis previo de la situación financiera y patrimonial, pero en los productos alternativos esta reflexión adquiere especial importancia. ¿El motivo? Tienen políticas de inversión diferentes a los fondos de inversión o planes de pensiones que, en muchas ocasiones, dificulta el acceso a los mismos.
Los plazos de inversión son largos, por lo que la tolerancia al riesgo y el horizonte temporal juegan un papel fundamental en estos fondos. En ese sentido, hay que entender bien qué implica que sea un producto ilíquido y que el inversor sepa bien qué porcentaje podría destinar a estas inversiones y si en el medio y largo plazo va a poder tener alguna necesidad de liquidez.
Sin embargo, los productos alternativos tienen ventajas que hacen que tener una parte de la cartera invertidos en ellos sea muy positivo por la diversificación que ofrecen. Son inversiones complementarias, de largo plazo, ilíquidas, que permiten reducir la volatilidad de las carteras y que ayudan a pensar a largo plazo y a que el inversor se comprometa más con su futuro.