La importancia de preparar a tus hijos para gestionar su patrimonio

El nivel de educación financiera de los adolescentes españoles está por debajo del promedio de la OCDE, según el informe PISA publicado en diciembre 2024. Una dinámica que arrastramos desde, al menos, 2012. Es más, las cifras de PISA subrayan que alrededor del 17% de los estudiantes españoles no alcanzan el nivel básico de rendimiento en competencias financieras.

¿Qué implicaciones tienen estas cifras? Son muchos los adolescentes que se enfrentan a decisiones financieras sin tener conocimientos y esto puede tener consecuencias en sus finanzas y sus planes vitales. En esta etapa es cuando nos moldeamos, construimos hábitos y actitudes, y la forma en la que aprendemos a relacionarse con el dinero puede ser determinante para el futuro.

La familia tiene un papel muy relevante: “Los adolescentes que hablan con sus padres sobre cuestiones económicas tienen un mayor nivel de educación financiera. Tratan temas sobre compras, su paga, ahorros, gastos y compras online”, explican en el informe. En cambio, aquellos que no se comunican sobre estos asuntos, “obtuvieron peores resultados en competencia financiera”.

Son estas conversaciones las que refuerzan los conocimientos prácticos de los adolescentes y les ayudan a comprender mejor algunos conceptos como la planificación, el ahorro y el consumo responsable.

Paula Satrústegui, socia de Asesoramiento patrimonial de Abante, explica que empezar a construir desde temprano este tipo de comportamientos “va a hacer que, al crecer, decidan mejor, con criterio, sabiendo las implicaciones de las cosas que se firman y eligiendo en función de los objetivos que tengan y de lo que necesiten”.

Cultura financiera, el reto de los adolescentes

Existen diferentes iniciativas que tratan de acercar las finanzas a los más jóvenes. Desde 2015, el primer lunes de octubre se celebra el Día de la Educación Financiera. Una iniciativa con la que el Banco de España y la CNMV buscan, por un lado, “concienciar sobre la importancia de la educación financiera” y, por otro, “mejorar la educación financiera de la población”.

¿Cómo consigo despertar en mis hijos este interés? Lo primero es ayudarles a comprender que para alcanzar sus objetivos vitales y todos sus planes de futuro deben tener un plan financiero que parta de su propia situación personal. “El dinero es una parte fundamental de cualquier proyecto vital porque es el medio que nos ayuda a conseguir lo que para nosotros es importante”, dice Santiago Satrústegui, presidente de Abante.

Así, lo primero es pensar qué quieren tener y cómo el dinero les puede ayudar. A partir de ahí podrán dibujar y proyectar en números qué coste tienen sus objetivos, cuánto plazo tienen y qué cantidad es la que necesitarán ahorrar e invertir al mes para lograr su meta. Se trata de tener un equilibrio y de que se comprometan con su futuro.

Tener cultura financiera ayudará a tus hijos a pensar en el largo plazo, a tomar decisiones de consumo, planificación, ahorro e inversión basadas en sus objetivos y necesidades, fomentando el ahorro y evitando caer en modas y tendencias pasajeras. “El conocimiento y la información nos ayuda a estar más preparados y enfrentarnos mejor al futuro y a los momentos de incertidumbre”, subraya Satrústegui.