¿Las FAANG o las MAANG? ¿Qué está pasando en el sector tecnológico?
Las empresas tecnológicas son compañías que históricamente tratan de hacerse con el liderazgo por ser la mejor. Y son, precisamente, aquellas que más sobresalen, las que mejores cuentas presentan, las que más suben en bolsa y las más populares entre los consumidores, las que los inversores y periodistas bautizan utilizando sus primeras letras y formando acrónimos.
Las FAANG o las MAANG llevan años acaparando titulares. Primero, por sus éxitos comerciales y amplia aceptación entre la población y, después, por su espectacular comportamiento en bolsa. Un recorrido alcista que llevábamos años viendo hasta este 2022.
El año que estamos a punto de despedir no ha sido especialmente bueno para los mercados cotizados (el MSCI World pierde en el año un 17,18% y el S&P, un 19,33%), pero la peor parte se la han llevado las compañías tecnológicas: el Nasdaq Composite se deja cerca de un 33%, lo que le convierte en uno de los peores índices bursátiles. Y de este desplome, las grandes tecnológicas no se han librado. Por nombrar algunas, a un año, Meta pierde cerca de un 65%; Netflix, un 51%; Amazon, un 50%; Microsoft, un 28%, y Apple, un 25%.
Desglosando el acrónimo: quién está detrás de las letras
Hasta hace apenas unos años, se empleaba el término FAANG, Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google, para nombrar a las compañías guía dentro del sector tecnológico, caracterizadas por ser gigantes estadounidenses que han dominado la innovación tecnológica. Pero, las siglas son cambiantes.
Actualmente, es más habitual escuchar el término MAANG (realmente es MMAANG, pero la primera M a la hora de escribir se omite por facilidad ortográfica). Se trata de un acrónimo que se utiliza para hacer referencia a las empresas que lideran o son candidatas para liderar el siguiente paso tecnológico. Marcas consideradas valiosas y que han crecido gracias a la inversión, la innovación y a la aceptación de los consumidores. Estas son: Microsoft, Meta, Apple Amazon, Nvidia y Google. Y, ¿qué ha pasado, a qué se debe el baile?
La primera ‘M’ es de Microsoft, la ‘F’ del primer acrónimo se ve sustituida por la ‘M’ cuando con la evolución de Facebook a Meta. Apple, Amazon y Google se mantienen, mientras que Netflix, tras caer en bolsa más de un 70% desde 2017) deja paso a Nvidia, una empresa multinacional especializada en el procesamiento gráfico y circuitos integrados en distintos dispositivos.
¿Y dónde quedan otras empresas influyentes, como, por ejemplo, Tesla? Existe otra variedad del acrónimo, añadiendo al final una ‘T’.
Los protagonistas cambian en función del reto tecnológico
“Durante la época de internet hemos asistido a varias evoluciones de la tecnología y la web”, explica Joaquín Casasús, director general de Abante, evoluciones que han venido acompañadas por el auge de determinadas empresas tecnológicas encargadas de intentar sacarle el máximo partido a la oportunidad de internet.
“La primera fue la web 1.0, un lugar donde ibas a leer e informarte y no podías interactuar. Con la web 2.0 y la revolución de las redes sociales, el usuario es el creador de contenido. Pero, estas aplicaciones (Meta, Youtube, Snapchat, Airbnb, Google…) son un intermediario entre el emisor y el receptor, y por serlo cobran su servicio”, señala Casasús.
Aun así, no todas las empresas que formaron parte de la primera fase pudieron evolucionar a la segunda. Hubo un cambio de jugadores. Microsoft, SAP, Cisco, Dell, HP e IBM, no dieron el salto a la segunda fase, (salvo Microsoft), que fue protagonizada por las FAANG (Facebook, Amazon, Alphabet, Netflix y Google).
Y ahora, ¿en qué punto estamos? De camino a la web 3.0, aunque como resalta el director general de Abante, “esto es aún una utopía”. Las empresas tratan de ir modificando su modelo de negocio para que este se adapte a la sociedad a la vez que aporta innovación. Aun así, no todas las empresas que forman parte del panorama tecnológico actual seguirán teniendo éxito a medida que la forma de consumir la tecnología cambie.
Es más, siguiendo con las tendencias de inversión actual y los objetivos de las empresas, las compañías destinadas a la sostenibilidad, la inteligencia artificial y el transporte eléctrico ganarán cada vez más peso.