Los españoles no esperan vivir 100 años y cuatro de cada diez prefieren no hacerlo
Llevamos un tiempo en el que no dejamos de ver noticias sobre el aumento de la esperanza de vida, sobre la longevidad y sobre la posibilidad de vivir 100 años. Sabemos que España es el segundo país más longevo del mundo -tras Japón-. Sin embargo, la mayoría de españoles no es consciente de este alargamiento de la vida y, además, la posibilidad de vivir tantos años les provoca cierto temor a casi la mitad de las personas, según se desprende de la encuesta sobre “Jubilación y longevidad” elaborada por Abante.
La esperanza de vida media que declararon los encuestados fue de entre 80 y 90. En concreto, las mujeres señalaron que para su generación (y para el conjunto de hombres y mujeres) la esperanza de vida media es de 87 años y los hombres estimaron que esta es de 83. Y no existen diferencias significativas entre lo que declararon los más mayores respecto a los más jóvenes, es decir, estos últimos no perciben que sus vidas vayan a ser mucho más largas que las de sus padres (o abuelos). Existe un gap entre lo que la gente piensa que va a vivir en las próximas cinco o seis décadas y lo que las proyecciones y estimaciones adelantan que se puede llegar a vivir.
Si nos fijamos en las estadísticas oficiales, la esperanza de vida al nacer (2017) es de 80,39 años para los hombres y de 85,73 para las mujeres (en 2007 era de 77,78 y 84,13, respectivamente). Y la proyección que hace el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa en 2065 la esperanza de vida al nacer de los hombres en 88,6 años y de las mujeres en 91,6 años. Según los datos de la oficina europea de estadística (Eurostat), la esperanza de vida media en la UE-28 es de 81 años para el conjunto de la población (cifras de 2016), siendo de 83,6 la de las mujeres y de 78,2 la de los hombres.
Miedo a la dependencia y la soledad
A la pregunta de si le gustaría vivir hasta los 100 años, el 40% de los ahorradores españoles señala que no, porque creen que su salud estará deteriorada y eso les provocará dependencia de otras personas. En concreto, el 87% de los encuestados destacó que “no quiere vivir hasta los 100 años porque no quiere depender de nadie físicamente”. Otros dos motivos que llevan a contestar de forma negativa a esta posibilidad son: no quiero depender de nadie económicamente (26%) y me preocupa la soledad (25%).
Cabe destacar que las mujeres son más reacias que los hombres a vivir hasta los 100 años (45% de ellas dijo que no, frente al 35% de ellos), alegando el miedo a la soledad como motivo principal (30% frente al 19%). La soledad es también uno de los motivos más mencionado entre quienes no tienen hijos.
De acuerdo con las cifras del INE, la esperanza de vida en buena salud (el promedio de número de años esperados que vive una persona en ausencia de limitaciones funcionales o de discapacidad) es de 64,1 años en el caso de las mujeres y de 63,9 años en el de los hombres de media. Si se mide este parámetro entre quienes ya han alcanzado los 65, los hombres tienen 9,5 años de esperanza de vida en buena salud, mientras que las mujeres tienen 8,9 años (datos de 2015). Es decir, a los 65 años, los nombres viven el 50,5% se sus años de horizonte de vida en buena salud frente al 39,2% del horizonte de años de las mujeres.
Por otra parte, el 41% de los ahorradores españoles cambiaría algo en la actualidad si supiera que va a vivir 100 años. Aproximadamente dos tercios de los encuestados comería de forma más saludable y haría más deporte y el 39% señala que empezaría a ahorrar antes. El 18% cambiaría su carrera profesional y el 16% ampliaría su formación para poder acceder a un trabajo mejor.
En este sentido, los más jóvenes (30 a 45 años) son más conscientes del impacto de los hábitos de vida saludables en su calidad de vida futura. Y entre los individuos de clase muy alta y también entre quienes hijos, la planificación financiera cobra importancia a la hora de afrontar vidas centenarias. Así, entre los primeros el 49% empezaría a ahorrar antes y entre los segundos, el 42% destacó esta opción.
Además, de las respuestas a la encuesta de Abante se desprende un cambio en la percepción de las edades avanzadas. La gran mayoría de los encuestados confía en los avances sanitarios y tecnológicos para mejorar la calidad de vida durante la vejez, más de la mitad afirman que “los 50 son los nuevos 30” y casi la mitad asegura que la edad no condiciona el estilo de vida. La percepción sobre los 75 años es positiva, refleja la idea de que se mantendrá la ilusión y que se podrá disfrutar de las actividades de ocio, así como de las relaciones con familia y amigos.
La encuesta “Jubilación y longevidad”
En Abante pensamos, desde nuestros orígenes, que, para poder ayudar mejor a los inversores, es fundamental conocer sus objetivos personales y su biografía. Creemos que una parte importante de nuestro valor añadido es ayudar a los inversores a entender este nuevo contexto y ayudarles a convertir esa sensación de problema que provoca la longevidad en el nuevo escenario global en una oportunidad.
Para ayudar a los inversores en este nuevo contexto, consideramos importante conocer el punto de partida, qué inquietudes tienen los inversores y cómo afrontan la planificación de la jubilación en la era de la longevidad. Por eso, hemos realizado una amplia encuesta representativa entre los españoles que ahorran para conocer cómo afrontan esta etapa.
Se han realizado más de 800 entrevistas en todo el ámbito nacional, a personas de entre 30 y 65 años (etapa laboral) y con capacidad de ahorro.