Planificar la jubilación para asegurar nuestro futuro
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Cada vez vivimos más, lo cual es una buena noticia. Sin embargo, el aumento de la esperanza de vida hace necesario que planifiquemos aún mejor la jubilación, ya que necesitaremos una renta o pensión durante un periodo más largo. Los españoles somos conscientes de esta realidad y cada vez hay más gente que se pone manos a la obra y prepara un plan financiero vital.
Para hacernos una idea, la esperanza de vida de los hombres al nacer ha pasado de 73,9 a 79,4 años entre 1992 y 2012 y la de las mujeres, de 81,2 a 85,1 años, según el Instituto Nacional de Estadística. Si se mantienen las tendencias actuales, la esperanza de supervivencia a los 65 años en 2051 será de 24 años para hombres y de 27,3 para mujeres, es decir, viviremos hasta los 89 años y hasta los 92,3, respectivamente. De ahí la importancia de tener un plan.
¿Cómo trazamos nuestro plan?
Para planificar correctamente nuestra jubilación, debemos tener en cuenta varias cuestiones. En primer lugar, en función de la edad que tengamos, tendremos más o menos tiempo para construir esa bolsa de ahorro. Teniendo en cuenta este PLAZO, considerando la esperanza de vida y calculando cuánto dinero querremos gastar anualmente más allá de los 67 años podremos determinar CUÁNTO necesitamos ahorrar y qué RENTABILIDAD le tenemos que pedir a nuestras inversiones para lograr el objetivo deseado.
Veamos con un ejemplo* cómo influyen estas variables. Imaginemos una persona de 45 años que empieza a ahorrar e invertir en este momento. Tiene más de dos décadas para llenar esa bolsa para cubrir la jubilación y le gustaría tener 12.000 euros anuales disponibles a partir de los 67 años. Su capacidad de ahorro actual es de 8.000 euros y los invertirá al 4% en un escenario de inflación del 2%. Esta persona tendrá cuando se jubile un capital acumulado de 377.574 euros, que gastados a un ritmo de 12.000 al año y si mantiene el resto invertido, le durarán hasta los 91 años, como vemos en la imagen siguiente.
Sin embargo, si en lugar de empezar a ahorrar ya, lo hace a los 50, manteniendo el resto de factores (capacidad de ahorro, objetivo de gasto, rentabilidad exigida e inflación) igual, habrá conseguido para su jubilación 245.487 euros, que con su ritmo de gasto previsto a partir de los 67, le durará hasta los 82 años. Para conseguir la misma renta que hubiera logrado de haber empezado a ahorrar e invertir cinco años antes, deberá hacer un esfuerzo de ahorro mayor y destinar 12.300 euros, en lugar de los 8.000.
A la hora de hacer los cálculos para trazar nuestro plan, no debemos olvidar el efecto de la inflación y de los impuestos sobre nuestra RENTABILIDAD REAL. La inflación es uno de los enemigos silenciosos de las inversiones conservadoras: si invertimos a largo plazo en un producto al 1% y la inflación media es del 2%, la rentabilidad anual real será negativa y en 20 años habremos perdido aproximadamente un 30% de nuestro poder de compra. La rentabilidad real de nuestras inversiones es la que nos da el activo menos la inflación y menos los impuestos.
¿Cómo invertir nuestro ahorro para la jubilación?
Una vez que ya hemos establecido qué rentabilidad necesitamos y cuál es nuestro perfil de riesgo, debemos analizar cómo invertir nuestro ahorro de la mejor manera, para obtener el mejor resultado desde el punto de vista financiero y fiscal. La inversión puede ir específicamente vinculada a la jubilación o no. A lo largo de nuestra vida profesional iremos combinando diferentes tipos de activos y productos para conseguir nuestros objetivos financieros.
Dada la amplia oferta de productos que existen en el mercado para canalizar nuestras inversiones, acudir a un buen asesor financiero que nos aconseje en función de nuestra situación y objetivos cuál es la mejor combinación puede marcar una importante diferencia en esa rentabilidad real final.
Por otra parte, y como ya hemos comentado anteriormente en este blog, en algunos casos, como los de familiares con discapacidad, existen opciones concretas que pueden resultar muy interesantes.
Una vez elaborado nuestro plan, queda ponerlo marcha a través de dichas inversiones (no debemos dejar que nuestro plan financiero se quede en un mero propósito), a largo plazo las opciones más recomendables suelen ser fondos de inversión y planes de pensiones -los hay rentables, consistentes y con riesgo controlado-, aunque cada caso particular varía y puede requiere unas estrategias diferentes. En nuestro plan también deberíamos tener en cuenta cuánto vamos a aportar anualmente al plan de pensiones, así como la estrategia que llevaremos a cabo a la hora de rescatar el plan de pensiones.
Y no hay que olvidar que conviene revisar el plan para ir adaptándolo a nuestras circunstancias vitales cambiantes. Como hemos comentado en otras ocasiones, no dejes la planificación de la jubilación para el final, saldrás ganando.
*Ejemplo calculado para un inversor con un objetivo de rentabilidad del 3% y que desea una renta mensual de 2.000 euros al mes al jubilarse. El esfuerzo de ahorro varía en cada caso en particular y depende de la capacidad de ahorro, del tipo de inversión que hagamos y del plazo, entre otras cosas.