Private Equity para invertir y participar en las tendencias que cambiarán el futuro
El inversor puede analizar el pasado, pero siempre, cuando toma decisiones en el presente, mira hacia un futuro que, como dijo Séneca, es dudoso. Es ahí donde pretende conseguir la rentabilidad por su dinero. Y, aunque nadie tiene una bola de cristal para adivinarlo, existe bastante consenso sobre las megatendencias que le darán forma. Y el Private Equity hace tiempo que puso el foco en ellas, para participar en ese cambio.
Las megatendencias son fuerzas transformadoras, cambios de largo plazo que tendrán un impacto significativo en la sociedad, la economía, el mundo. La Unión Europea señala entre estas la demografía, el mundo envejece y somos, además, cada vez más personas. Los cambios demográficos y sociales también están en el número 1 en el listado del foro económico mundial y de las principales consultoras y gestoras.
Otras megatendencias tienen que ver con los cambios en el poder mundial, la aceleración de la urbanización, el cambio climático y la escasez de recursos, los avances tecnológicos y científicos.
Como explicamos en este artículo, las megatendencias y la inteligencia artificial, que lleva meses en las noticias y animando los mercados (las valoraciones), están estrechamente relacionadas, esta tecnología está detrás del impulso de las primeras, contribuyendo a la transformación en diversos sectores.
Disrupción y visión de largo plazo
Eleanor Roosvelt dijo que pertenece a los que creen en la belleza de sus sueños y el informático estadounidense Alan Kay, que la mejor forma de predecir el futuro es crearlo.
En este sentido, el Private Equity, que consiste en aportar recursos financieros durante un periodo a cambio de una participación en empresas, permite a los inversores acceder a oportunidades que no están accesibles en los mercados públicos.
Los fondos que invierten en mercados privados lo hacen, precisamente, en compañías y proyectos que tienen el foco puesto en la innovación y en contribuir al desarrollo de soluciones transformadoras. Los fondos de Private Equity dan acceso a empresas emergentes y disruptivas que están en la vanguardia de estas tendencias y tienen un alto potencial de crecimiento.
Además, a diferencia de las inversiones tradicionales en los mercados cotizados, el Private Equity permite un enfoque a largo plazo -de hecho, es fundamental en este tipo de inversiones-, lo que se alinea bien con las megatendencias que pueden tomar años o décadas para alcanzar su máximo potencial.
Capital privado, alternativa para diversificar las carteras
Estas características dan lugar a que con este tipo de inversiones se pueda aspirar a retornos potenciales superiores en comparación con las inversiones tradicionales en acciones o bonos: las empresas emergentes en estas tendencias pueden experimentar un crecimiento acelerado y generar mayores ganancias a medida que se expanden y capturan una mayor cuota de mercado. Y hacerlo, además, de forma descorrelacionada con los mercados cotizados, y con menor volatilidad.
Pero también conlleva riesgos. La inversión en mercados privados, además de requerir ese horizonte temporal amplio, para que las empresas puedan desarrollarse y crecer, es ilíquida.
El contexto de mercado ha cambiado en el último año, con una inflación más elevada de forma persistente y el fin de la etapa de tipos de interés muy bajos. Esto influye en el comportamiento y la rentabilidad esperada en los diferentes activos. En este entorno, incluir la inversión en mercados privados –activos alternativos– puede resultar interesante, conociendo los riesgos y plazos asociados a los mismos, para una parte de nuestra cartera, habiendo construido esta de forma diversificada.
De ahí la importancia de acceder a las inversiones de Private Equity de la mano de los mejores profesionales y siempre después de haber realizado un correcto ejercicio de planificación financiera y patrimonial.