¿Qué es el ROE?
El ROE (Return On Equity, en inglés) es un indicador de rentabilidad que mide la relación entre el beneficio neto de una compañía y su cifra de fondos propios.
Se trata, por tanto, de un ratio que determina el rendimiento de capital, es decir, mide la rentabilidad obtenida por la empresa sobre sus recursos propios y se calcula dividiendo el beneficio neto entre los recursos propios.
Importancia del ROE para el accionista
A la hora de realizar el análisis fundamental de una compañía, el ROE es uno de los principales parámetros que se tienen en cuenta y es, también, uno de los indicadores más relevantes que miran los inversores.
Cuando calculamos el ROE de una determinada compañía, lo que estamos viendo es la capacidad que tiene esa sociedad de generar beneficio para sus accionistas. Es decir, el ROE es el ratio que mide el rendimiento que logra el inversor del capital que ha destinado para invertir en una compañía.
De esta forma, al conocer el ROE, los accionistas pueden analizar la rentabilidad que obtienen de los fondos que han invertido y, en consecuencia, examinarán si les compensa seguir con su inversión. Por ello, para considerar que una compañía marcha bien, el ROE tiene que ser superior a la rentabilidad mínima que exige un accionista para invertir en un negocio.
El ROE también puede entenderse como un indicador que mide la eficiencia de una sociedad, o lo que es lo mismo, la cantidad de beneficio que puede ofrecer a partir de unos recursos propios. Así, por ejemplo, una sociedad con un ROE del 30%, está obteniendo 30 euros nuevos de beneficio por cada 100 euros invertidos.
Utilidad del ROE: análisis entre compañías
El ROE es uno de los indicadores de rentabilidad que más se emplean para seguir la evolución de una compañía y, además, permite hacer comparaciones estáticas de diferentes empresas siempre, eso sí, que pertenezcan al mismo sector. (No resulta útil ni eficaz para analizar compañías de diferentes sectores puesto que los rendimientos de capital varían según el sector y, en consecuencia, los datos no serían representativos ni se podrían comparar).
A mayor ROE, mayor será la rentabilidad que puede ofrecer una empresa en función de sus fondos propios y, por tanto, más atractiva resultará desde el punto de vista del inversor.