Rentas vitalicias para gestionar el patrimonio y vivir de las rentas en la jubilación
En la era de la longevidad, ¿estamos teniendo en cuenta que vamos a vivir más años y que, por lo tanto, vamos a necesitar más dinero para financiarlos? Tener más tiempo es una buena noticia, pero es importante planificar ese tiempo extra y pensar, por ejemplo, en cómo cubrir los riesgos asociados a la longevidad. En este sentido, las rentas vitalicias -como parte de nuestro plan financiero, patrimonial y personal– pueden resultar interesantes.
La esperanza de vida se ha duplicado en el último siglo en España. En concreto, en 2021 fue de 85,83 años para las mujeres y de 80,24 años para los hombres, según el Instituto Nacional de Estadística. Y las cifras sugieren que la tendencia demográfica actual se va a mantener.
El INE estima que la población de 65 años o más llegará a suponer el 30% del total en 2030 -actualmente representa el 20,1%- y en esa franja de edad, el grupo que más va a crecer es el de las personas de más de 100 años. En concreto, se espera que la población centenaria pase de las 19.639 personas que había en 2022 a un total de 226.932 personas para el año 2070.
¿Qué implicaciones tienen estas estadísticas? ¿Estamos realmente preparados para vivir cien años? Puede que estemos pensando en qué salud vamos a tener -aquí debemos tener en cuenta que vivir más años, si somos capaces de vivirlos de una forma sana y activa, no tiene por qué significar más dependencia-. Y, también, en si vamos a contar con los recursos económicos suficientes para mantener el mismo nivel de vida y poder hacer frente a todos los gastos que nos pueden surgir, además de poder cumplir con los planes y objetivos que nos habíamos marcado para la jubilación.
Si ponemos el foco en la pensión pública de la Seguridad Social que recibiremos cuando nos jubilemos debemos tener en cuenta que va a ser, muy probablemente, bastante inferior al salario que estamos percibiendo en la actualidad, y que el debate sobre la sostenibilidad pública del sistema de pensiones sigue ahí. Así, nos queda mirar al ahorro privado que hemos ido generando a lo largo de nuestra vida.
Productos para financiar la longevidad: las rentas vitalicias
Puede que tengamos un plan de pensiones y que estemos invirtiendo en otros productos de ahorro e inversión, pero al tratarse de financiar vidas tan largas, puede que no sea suficiente y que tengamos que pensar en otras soluciones.
Hay una serie vehículos específicos que nos pueden ayudar a cubrir el riesgo de la longevidad y a que podamos seguir cumpliendo nuestros objetivos cuando dejemos de trabajar. Se tiende a creer que en el momento de la jubilación ya solo podemos vivir de lo que hemos generado o invertido hasta el momento, pero todavía podemos seguir gestionando activamente nuestro patrimonio y vivir de las rentas de forma que garanticemos nuestra independencia económica.
Uno de estos productos, diseñados para las personas de 65 años o más con el objetivo de evitar que no nos quedemos sin dinero en la última etapa de la vida, son las rentas vitalicias.
¿De qué estamos hablando exactamente? ¿En qué consiste? ¿Qué ventajas tiene? La renta vitalicia es un producto financiero de ahorro que permite que la persona que lo contrate reciba una cantidad de dinero fija, de manera periódica -hay distintas modalidades de cobro- y para toda la vida. Se trata, en realidad, de un tipo de seguro que puede resultar muy útil para aquellas personas mayores de 65 años que quieran complementar su ahorro para la jubilación y tener liquidez utilizando, por ejemplo, su patrimonio inmobiliario.
Las rentas vitalicias ayudan, además, a planificar las finanzas, ya que de antemano se sabe qué cantidad se va a recibir de la forma que se haya pactado. Y, por otro lado, cuentan con un beneficio fiscal para las personas de más de 65 años que tengan plusvalías por la venta de un activo inmobiliario o financiero. ¿En qué consiste? Si reinvierten la ganancia patrimonial que hayan generado -con un máximo de 240.000 euros- en una renta vitalicia no tendrán que tributar por ella.
¿Es un producto atractivo? Aunque lo más conveniente es analizar la situación de cada persona y ver si en su caso concreto la renta vitalicia es lo que más le conviene, hay que tener en cuenta que el actual escenario de tipos de interés que tenemos en la actualidad ha llevado a muchos productos conservadores a ofrecer rentabilidades atractivas e interesantes, como es el caso de las rentas vitalicias.
Por ello, en función de nuestra situación financiera, patrimonial, fiscal y familiar, contratar una renta vitalicia puede ser una buena opción para garantizar nuestra independencia económica y seguir gestionando eficazmente el patrimonio durante la jubilación y cobrando, además, una renta mensual.
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