Visión de Mercados · Diciembre 2011
Mercados & Macro
Noviembre no ha desentonado con los meses inmediatamente anteriores, manteniendo un ritmo frenético en casi todos los frentes. Los mercados bursátiles se han caracterizado por fuertes vaivenes y los de renta fija por haber sido muy volátiles –especialmente en Europa y más concretamente en la deuda italiana y española con rentabilidades muy elevadas, y en la alemana por su escasa demanda-.
Europa se mantiene como protagonista del conflicto económico que vivimos. Cabe remarcar que la pérdida de confianza de los inversores es, de nuevo, el principal de los problemas que nos afectan. Mientras tanto, nos debatimos entre la benevolencia de las políticas de austeridad y los impulsos al crecimiento económico, impulso que las primeras podrían lastrar.
La economía norteamericana mejoró levemente y continuó publicando buenos datos macroeconómicos. La jornada del día de acción de gracias se saldó con unos resultados muy positivos en lo que a consumo minorista se refiere.
Ante esta situación y con China desacelerándose, Europa debe centrare en llevar a cabo las medidas que exigen los mercados para recuperar la confianza perdida. Todo apunta a un activo papel del BCE en este proceso.
Las empresas mantuvieron el buen tono de todo el año aunque queda la duda de cómo les afectarán los diversos sucesos vividos –en los resultados empresariales del cuarto trimestre– y los que están por venir.
Las bolsas en general han cerrado un mes negativo, destacando Europa y sus fuertes pérdidas de final de mes. En EEUU, la caída se cerraba en el 0,5% –compensada con la apreciación del dólar– y destacóJapón con una caída del 4,9% en el mes. El resto de economías veían también en rojo sus índices bursátiles.
Gestión
La gestión ha sido muy complicada durante todo el año debido, principalmente, a la elevada correlación que existe entre todos los tipos de activo, situación en la cual o la mayoría de las apuestas son acertadas o la mayoría son equivocadas. Los activos refugio han dejado de serlo y la deuda pública o no genera valor –como el caso alemán con letras al 2%– o conlleva un riesgo muy elevado.
En este escenario, nuestra recomendación es mantener el nivel de riesgo de las carteras, manteniendo sobreponderada la renta variable –55%– e infraponderando la renta fija –30%-.