Visión de mercados | Julio 2019
Junio ha sido muy positivo para los activos de riesgo, que han conseguido revertir el mal comportamiento del mes anterior. Los mercados de renta fija también han subido con fuerza -como ya hicieron en mayo-, alentados por unos bancos centrales dispuestos a poner encima de la mesa nuevos estímulos monetarios. Así, ha finalizado un espectacular primer semestre del año, con el mejor arranque de la bolsa estadounidense desde 1997.
Así, los mercados han vuelto a hacer lo que más daño produce: registrar importantes revalorizaciones en junio, una vez que se han mitigado algunos riesgos y los bancos centrales han mostrado su apoyo: la bolsa mundial ha subido un 5,8%, un 4,2% medida en euros, mientras que el mercado estadounidense ha destacado, con revalorizaciones próximas al 7% en dólares (5% en euros).
A nivel macroeconómico, las dinámicas de los últimos meses se han mantenido bastante estables. Estados Unidos, después de un primer trimestre muy fuerte que se materializó en un crecimiento del PIB del 3,1%, se está desacelerando -hasta niveles más próximos al 2%- durante el trimestre que acabamos de cerrar. Europa, que ya se había debilitado por las amenazas de la guerra comercial, parece estabilizarse algo -por encima del 1%-, aunque sigue mostrando expectativas de inflación bajas.
En los mercados de renta fija, el mes ha vuelto a ser muy positivo. Si en mayo sobresalían por su condición de activo refugio, en junio los bonos han mantenido la racha alcista ante las expectativas de recortes de tipos de interés por parte de los bancos centrales. Los bonos de gobierno de países considerados más solventes, como Estados Unidos o Alemania, han reducido algo más de un 0,1% la TIR de sus bonos a 10 años, hasta el 2,0% y el -0,33% respectivamente. Los bonos de gobiernos con peor calidad de crédito, como el italiano o el español, han avanzado más todavía. En el caso de España, el bono a 10 años ha cerrado junio en el 0,40%, tras recortar 30 puntos básicos y 100 en lo que llevamos de año.
Para julio, mantenemos nuestras recomendaciones de inversión: seguimos neutrales en nuestro nivel de exposición a renta variable en el 50%, continuamos infraponderados en renta fija (35%) y mantenemos nuestra sobreponderación en activos monetarios en el 15%.