Visión de mercados | Junio 2016
Mayo fue un mes positivo para la mayoría de los activos de riesgo. El índice mundial de renta variable subió un 1,42% (un 3,12% en euros). Entre los grandes mercados, los que mejor evolución tuvieron fueron Japón, en moneda local, y Estados Unidos, en euros, gracias a la importante apreciación del dólar.
Los mercados que tuvieron peores resultados fueron los de los países emergentes, a los que la apreciación fuerte del dólar no les sentó bien, sobre todo en el caso de la deuda en moneda local.
Por sectores, destacaron positivamente los de mayor crecimiento, como tecnología y farmacia. Mientras que los centrados en recursos naturales, esto es, materias primas y energía, se quedaron rezagados.
No se han producido grandes novedades en el frente macroeconómico. Europa mantiene una tendencia buena –el Banco Central Europeo acaba de mejorar su previsión de crecimiento del PIB de la eurozona para este año en dos décimas hasta el 1,6%- y se espera que Estados Unidos, después de un primer trimestre flojo (+0,8%), pueda retomar crecimientos del 2% o superiores en el resto del año. De hecho, para el segundo trimestre se espera que sea cercano al 3%.
En términos de valoración seguimos viendo oportunidades en renta variable. La bolsa estadounidense, que aguanta mucho mejor las correcciones –se encuentra a un 2% de máximos-, no nos parece especialmente atractiva, pero sí vemos interesantes las valoraciones que presentan Europa, Japón –está cayendo mucho con la apreciación de su divisa- y los mercados emergentes.
Los mercados están pendientes estas últimas semanas del calendario de subidas de tipos en Estados Unidos. En unos pocos días hemos pasado de dar casi nulas opciones a que se produzcan dichos aumentos en lo que queda de año a otorgar una alta probabilidad a una subida antes del verano, ya entrados en junio, y a rebajar, otra vez, drásticamente las opciones de un incremento a corto plazo.
La mejor noticia durante este proceso es que los activos de riesgo no se han visto penalizados ante tanto cambio de expectativas. Los mercados empiezan a valorar positivamente que los estadounidenses puedan seguir normalizando (subiendo tipos) su política monetaria.
Mantenemos nuestras recomendaciones de inversión: una exposición a renta variable del 55%, es decir, ligeramente sobreponderados en el activo, continuar con una importante infraponderación en renta fija (30%), y mantener ligeramente sobreponderada la inversión en activos monetarios (15%).
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