Visión de mercados | Mayo 2019
Durante esta primera parte del año, seguimos observando datos que poco a poco han ido disipando los riesgos de debilidad o recesión económica a nivel global, por lo que el sentimiento de los inversores ha cambiado de forma brusca. Además, las perspectivas de un escenario de tipos de interés bajos y estables durante los próximos meses, como consecuencia del tono algo más laxo de los principales bancos centrales sigue dibujando un escenario muy positivo para los activos de riesgo.
En Europa, las cifras publicadas en abril han tenido, en líneas generales, un tono más gris, y algunas lecturas de confianza empresarial siguen debilitándose. Sin embargo, en el tramo final del mes conocimos los datos preliminares de crecimiento del primer trimestre del año, que sorprendieron positivamente y permiten disipar los miedos de una posible recesión en Europa. La economía de la eurozona creció un 0,4% en el primer trimestre del año, lo que supone un incremento interanual del 1,2%. Además, sorprendió en positivo el dato de crecimiento en España, con un avance del 0,7%, una décima por encima de lo estimado.
En los mercados de renta fija, el mes de abril ha transcurrido tranquilo para el activo y no hemos visto grandes variaciones en las TIR de los bonos de gobierno, aunque hemos podido observar un ligero repunte en los bonos de gobierno de Estados Unidos como consecuencia de la mejora de los datos macroeconómicos. Además, el mes ha sido positivo para los mercados de crédito, que siguen mejorando sus diferenciales de crédito al calor de un buen comportamiento de los mercados de renta variable y la recuperación del optimismo a nivel global.
Para mayo, hemos revisado nuestras recomendaciones de inversión: seguimos apostando por la renta variable, aunque rebajamos nuestra exposición táctica desde el 55% al 50%, una decisión motivada por la fuerte y rápida recuperación de los mercados, con el objetivo de tener margen de maniobra para aprovechar las oportunidades que se puedan presentar en los próximos meses. Continuamos infraponderados en renta fija (35%) y mantenemos una ligera sobreponderación en activos monetarios (15%).