Vivimos más, ¡planifica una jubilación mejor!
*Descubre las noticias más actualizadas sobre las pensiones
“Cuando me jubile me voy a dedicar a viajar”. “Cuando me jubile quiero irme a una casita a la playa y disfrutar de mi tiempo libre”. “Cuando me jubile…”. Todos tenemos planes e ideas para aprovechar ese tiempo, bien sea descansar o hacer lo que no pudimos antes. Porque, como cada vez vivimos más, lo cierto es que tendremos –en general- más tiempo para disfrutar de ese futuro sin trabajar. Pero, ¿además de imaginar, planificamos para conseguirlo?
La jubilación es uno de nuestros grandes objetivos vitales. Trabajamos duro hasta que llega ese momento y queremos que la recompensa merezca la pena. Pero, a medida que pasa el tiempo y se acerca el momento, nos surgen incertidumbres. Además, cada vez nos llegan más mensajes sobre la viabilidad del sistema público de pensiones y la necesidad de que ahorremos. ¿Tendremos el dinero suficiente para disfrutar de la jubilación?
La crisis de los últimos años ha acelerado un cambio de perspectiva respecto a la jubilación: cada vez somos más conscientes de que esta no será, desde el punto de vista económico, como la de nuestros padres.
Un futuro incierto
El envejecimiento de la población –más allá del debate de cuándo se empieza a ser viejo– provoca que cada vez haya más pensionistas por cada trabajador en activo (actualmente hay casi 8,5 millones) y esta es una amenaza importante para la sostenibilidad del sistema, como insisten expertos e instituciones.
Por eso se han hecho dos reformas, en 2011 y 2013, para modificar el cálculo de las pensiones y tratar de garantizar su pervivencia. Eso sí, serán inferiores a las actuales (por ejemplo, se ha introducido un índice de revalorización para que ya no estén ligadas a la inflación, entre otras medidas). En 2016 la pensión máxima será de 2.567 euros y la mínima de 636, tras incrementarse un 0,25%.
Pese a que este aumento es el mínimo que determina la ley, los medios ya nos han informado de que habrá que sacar de la hucha de las pensiones otros 6.200 millones. El debate sobre la solución para evitar quedarnos sin fondos está servido. Y como es algo que no depende de cada uno de nosotros, para asegurar nuestra estabilidad económica y nuestro nivel de vida en el futuro, para poder hacer todo eso que queremos hacer cuando nos jubilemos, para materializar nuestros sueños, debemos planificarlo y trabajar las variables que sí podemos controlar. Es el camino para el éxito.
Más mayores, nuevos gastos
La esperanza de vida no deja de aumentar, tanto en España como en el resto del mundo. En nuestro país, la esperanza de vida al nacer de los hombres es de 80 y la de las mujeres de 85,6, según las tablas que publica el INE. La esperanza de vida a los 65 años ha aumentado en 3 años para los hombres y en 3,3 para las mujeres desde 1992 y cada vez es y será más frecuente que más personas alcancen la barrera de los 100.
Sin embargo, no siempre llegamos a edades avanzadas en buena forma (la esperanza de vida saludable se encuentra ligeramente por encima de los 70 años) y los achaques y dolencias pueden provocarnos gastos con los que tampoco contábamos. Todos queremos pensar que seremos unas personas mayores con buena salud. Sin deshacernos de este deseo, sí podemos prepararnos para distintos escenarios de gasto en el futuro para evitar que nuestro nivel de vida empeore durante la jubilación.
¿Cuánto cuesta la jubilación que queremos?
Por otra parte, nuestras necesidades y prioridades también han cambiado. Llegamos a la jubilación con muchas aspiraciones, pero en muchos casos infravaloramos lo que nuestro estilo de vida costará. Si queremos viajar más, estudiar algo, colaborar con alguna organización, etc. probablemente gastemos más que cuando trabajábamos. ¿Cuánto vamos a necesitar? Es la pregunta del millón.
En este sentido, Dan Ariely, profesor de economía y comportamiento financiero de la Universidad de Duke, concluía en un estudio que las personas necesitan un 135% de su último salario para vivir la jubilación que desean. Para llegar a esta conclusión hacía preguntas sobre cómo o dónde querían vivir tras retirarse o qué actividades querían llevar a cabo durante la jubilación. Y lo argumentaba: “Si sumas ocho o más horas de tiempo libre al día de una persona, esta probablemente no querrá pasarlas únicamente yendo a pasear y viendo la televisión, sino que querrá participar en actividades que le costarán dinero”. Aunque los expertos no terminan de ponerse de acuerdo sobre este aspecto y algunos señalan que nos bastaría con el 75% de nuestra nómina.
En cualquier caso, este debate sobre la cifra que nos permitirá la independencia económica y mantener el estilo de vida que deseamos sirve para que nos cuestionemos si las previsiones que estamos haciendo para nuestra jubilación son acertadas y para plantearnos si estamos haciendo una correcta planificación. Debemos analizar nuestros gastos, conocer el valor aproximado de nuestros objetivos y tener una idea clara de la situación de partida para diseñar la hoja de ruta hacia nuestra independencia económica.