Geopolítica e inversión
Rafael Romero, director de Abante en Málaga, escribe una tribuna en Diario Sur titulada “Geopolítica e inversión”, en la que hace referencia a cómo las distintas estrategias geopolíticas pueden llegar a afectar a los empresarios e inversores. Así, destaca: “Cuando aumenta el riesgo geopolítico, amplifica la incertidumbre y retrasando decisiones de gasto e inversión. Con relación a los mercados, suele materializarse un incremento de la variabilidad de los precios y renovada aversión al riesgo”.
En este sentido, Romero señala que son precisamente las amenazas, y no los propios acontecimientos, lo que más afecta a la economía y a los mercados financieros, “aumentan la incertidumbre y el riesgo bajista, pero los acontecimientos ponen fin a esa incertidumbre y facilita la toma de decisiones”, explica.
Siguiendo con esa tesis, subraya que en la guerra del Golfo, el 11-S o la guerra de Irak las bolsas cayeron mientras que los inversores valoraban la situación, “pasados unos meses aquellos inversores que soportaron el aumento de la volatilidad con una visión de largo plazo, obtuvieron un mejor retorno que los que se posicionaron en una actitud más prudente”.
Además, el directo de Abante en Málaga, explica que, geopolíticamente, China tiene un papel relevante en relación a la actual crisis y “previsiblemente pondere sus intereses a largo plazo, dada su independencia económica con Estados Unidos y la Unión Europea“. Por lo que, desde el punto de vista del inversor, “conviene ser pacientes mientras se reconfigura el orden mundial”, señala Romero.